lunes, 7 de mayo de 2012

El castillo de cristal

La vida tiende a cambiar todo el tiempo, para "bien" o para "mal" depende del cristal con el que se le vea.
Hace siglos que existe el rumor del castillo de cristal, tan bello y frágil. Por supuesto nadie cree que aun exista esta magnifica creación. Todos ignoran la verdadera historia sobre este, mas no es como si pudiesen descubrirla...

Hace poco un caballero se entero de la existencia de aquel lugar, cuando se dio cuenta no dejaba de pensar en las maravillosas cosas que podría haber allí. Después de todo, se decía que el lugar fue creado por los mismos dioses y hasta el mas pequeño detalle es hermoso. 

Ese caballero era muy conocido, no solo por su gran valentía o fuerza. También por su actitud que dejaba mucho que desear. Una de las personas más tercas y orgullosas que te podías encontrar.
A pesar de eso contaba con gente que siempre estaba allí para él. Y Era tan dulce y poético al hablar con ellos... Por desgracia sus acciones hacían que sus amigos se alejasen o él mismo se alejara de ellos. Siempre culpaba a los otros de este tipo de situaciones al no querer ver su error.

Siempre que tenia esas rabietas, su amigo el más joven y también uno de los más antiguos terminaba buscándolo para poder arreglar las cosas. Si bien para el caballero aquel chico era importante, solía menospreciar su conocimiento por su corta edad y por ende poca experiencia... Al menos según lo que ese ser tan obstinado creía.

Ese día terminaron separados del grupo casi por accidente... ¿Quién diría que así encontrarían finalmente el castillo?, estaban tan maravillados por este lugar que ni siquiera pensaron en avisar a los otros inmediatamente. No tenía nada de malo el observar un poco antes de ir con los demás. Por supuesto que fue un grave error. Justo en el momento en que ambos estaban dentro una extraña fuerza empujo a ambos a lados contrarios del salón. Instintivamente ambos trataron de volver a acercarse el uno al otro.

Justo al dar un paso hacia delante unas estacas de cristal salieron de todas partes impidiéndoles moverse a cualquier dirección. ¿Qué se supone que debían de hacer entonces? 
Era inevitable que el miedo no se apoderase de ellos. Las estacas crecían poco a poco, tarde o temprano llegaría su fin. 

Ambos se miraron como esperando que el otro les diese la respuesta. Pero por más que trataban de hablar ninguna palabra lograba salir. Pequeños rasguños aparecieron poco a poco a la par que otras estacas iban apareciendo. El menor entonces decidió algo que tal vez fuese estúpido a ojos del mayor. Con ayuda de todo su cuerpo empezó a romper las estacas, pero su rumbo era hacia su amigo. "Detente" pensaba el mayor al ver el sufrimiento que su joven amigo cargaba, en cambio el amigo solo pensaba en llegar a su lado.

Cuando el menor estaba ya a la mitad del camino las estabas desaparecieron, mas no por mucho pues ahora formaban una especie de armadura sobre el cuerpo del caballero. A pesar del dolor por el que pasaba, una sonrisa ilumino su rostro, eso significaba que su amigo estaría a salvo. Tal vez solo buscaban un sacrificio, pues con las heridas que tenía era imposible que sobreviviese por mucho más tiempo. 

Con sus ultimas fuerzas llego hasta a su amigo aferrándose con fuerza a su cuerpo en un abrazo... Aquello era doloroso, todas las ahora espinas de cristal se incrustaban en su cuerpo, pero estaba feliz de poder estar a lado de aquel ser que tanto amaba, no le tenía miedo a la muerte, si no al hecho de no poder a volver pasar tiempo con su amigo de nuevo.

El mayor no quería lastimarlo más... Por ello no había correspondido al abrazo. Más una voz se escucho en su cabeza "Esta es la despedida ... Y aun sigues sin mostrar tus verdaderos sentimientos..." ¿Era esa persona la responsable de que su amigo estuviese en esa forma? Estaba a punto de entrar en una de esas cóleras incontrolables que solía tener cuando se dio cuenta que la fuerza del agarre de su amigo se debilitaba. 

Ya no quedaba mas tiempo. Le tomo entre sus brazos correspondiendo al fin a su abrazo. Su mente se lleno de sentimientos encontrados. No quería dañarlo, sin embargo deseaba tenerlo cerca, aun si fuese el final. El menor no dejaba de llorar y el mayor siempre tan orgulloso trataba de no dejar que sus fuerzas flaquearan, no quería que la ultima imagen que tuviese de si fuese la de alguien débil. 

Los cristales empezaron a brillar y no tardaron en empezar a elevarse por los cielos al mismo tiempo que el castillo iba desapareciendo. Aquello era hermoso y doloroso en más de una forma. Todas esas hermosas luces danzantes se reunieron frente a ellos hasta formar una tenue silueta, "Este castillo se vuelve una representación del corazón de quien lo visita, ambos tenían miedo de estar cerca uno del otro, nadie desea ser lastimado..."

Todo desapareció, como si nunca hubiese pasado. Sin embargo el terco caballero al fin lograba entenderlo... De nada sirve que solo uno se esfuerce en alcanzar a quien ama, nunca estará realmente a su lado si la otra persona no lo permite. Puedes salir lastimado o puedes lastimar, aun si no es tu intensión pero... la felicidad que te aguarda es la más honesta que te puedes encontrar... Y hace que el dolor valga la pena.

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