"Algo"

Solo hay oscuridad, se que estoy caminando… Solo lo sé.

No hay manera de confirmarlo, lo que hace que mi desesperación se incremente como una marea de luna llena.

Corro, escucho solo los latidos de mi corazón, el resonar de mis pies contra el suelo con cada paso y con cada jadeo suplicando parar, poder descansar y respirar otra vez.

No quiero parar, es como si alguien me persiguiera. ¿Quién?

Me veo obligado a parar al chocar contra “algo”…

Una tenue luz frente a mi y noto que hay otro ser allí, un ser amorfo, su olor era demasiado penetrante, deseaba desgarrarme la garganta para no tener que seguir suportando esa situación. ¿Era esto quien me perseguía?

Es tanta mi repulsión que el vomito no tarda en aparecer. Siento la debilidad… No puedo seguir en pie. Al caer me lleno de aquello que había salido de mi cuerpo. Era espeso… pero no tanto como si fuese comida… Aquello era ¡sangre!

La figura frente a mi se empieza a reír y lanzar insultos. Tal parece que ambos compartimos algo en común, nuestro mutuo asco por el otro.

Mi paciencia que siempre ha sido poca se agota y decido golpear a esa cosa. Utilizo mi cuerpo como nunca antes pero es inútil, no logro hacerle nada. Sus ojos, me resultan tan familiares.

“Solo quieres culpar a otros… Por eso mismo existo” le escucho decir justo antes de que se abalance contra mi estrangulándome.

Todo empieza a tornarse oscuro de nuevo. ¿Estoy muriendo? “Ya no importa…” alcance a decir con mi ultimo aliento mientras las lagrimas se deslizaban por mi rostro.

El vació que tengo era más doloroso que todo el daño físico que ese ser daba. Esto es lo mejor…

La criatura vuelve a cambiar de forma. Mi cuerpo no deja de temblar… Entonces un espejo aparece frente a nosotros, pero él reflejo que se muestra es el de mi cuerpo inerte… en un charco de sangre. Mi sangre… La criatura tiene ahora una verdadera figura, soy yo. Desaparece, y solo queda "uno de nosotros" frente al espejo. Una sonrisa se dibuja y no tardo en soltar una larga carcajada. Ahora lo entiendo…